Emborrono forzudos.
El hombre forzudo me odia. Debe ser cosa natural el hecho de odiar en hombres fuertes, musculosos, acostumbrados a que su voluntad se realice ya sea por miedo o por conveniencia.
En este espejo me reflejo, no hay rastro de fuerza comparable con sus brazos ni con su forma de afrontar la vida, a puñetazos contra el aire, poniendo distancia con amenazas, con mirada feroz y roncas vocalizaciones indefinidas. Indescifrables mensajes que parecen otorgarle un cierto misterio a su supuesta inteligencia. Hasta que por fin, logran descubrir que sus sonidos graves son gruñidos sordos, rudos, que no tienen cerumen mental en sus trastiendas. Involuciones del sudor.
El hombre forzudo me odia porque sabe que voy a más y él siempre irá a menos. Envejeceremos sentándonos lejos el uno del otro, en los descansos entre actuaciones. Nos veremos menguar: él, mis mejillas; yo, sus brazos y su apostura gallarda. Se desinflará como un globo, fagocitándose desde adentro, hasta succionar tendones y músculos.
Yo me chuparé las mejillas, cuya piel no me dará para sonreir lo suficiente en plena pista del Circo, pero eso dotará a mi rostro un halo de payaso patético, justificando torpezas, lo que hará inclinar comisuras con sonrosados y tirantes hilos, las bocas de los adultos. Todos reirán con mi figura flaca arrastrándose en la arena, mientras llenan de aplausos mis enormes botones y de carcajadas mis grandes zapatos. Así alejarán sus miedos los mayores y colmarán de sueños los pequeños; porque son las sonrisas las que atraen la fortuna y la felicidad. Es cuando las perdemos cuando todo se seca y áquellas huyen para siempre.
Sin embargo, el hombre forzudo está abocado a llorar en silencio cada colgajo de carne que le cuelgue de la percha de sus hombros.
Un hombre forzudo del circo no puede presentar el aspecto de espántapájaros derrotado, mostrando sus debilidades mientras deja caer las grandes pesas sustituyéndolas por huecas canicas. No es el mago y se notaría mucho...
Nos miraremos tras los vasos de alcohol que ingerimos, a través del cristalino líquido, vigilando la decadencia del otro. Venenos que nos deseamos ingerir.
Quizás debería alegrarme, pero solamente puedo carcajear mi barriga en la pista. La vida real está confeccionada de otras hebras sedadas, más adustas, más estériles, más ásperas…
El hombre forzudo me odia porque arranco más registros sonoros a la figura bella de la bailarina, de lo que él consigue llevándola a su caravana y levitándola con sus manos. Risas y bailes que me dedica, canturreándome picardías, mientras él espera su turno impaciente, que ella se despoje de sus tules y libere los suaves cabellos sobre su cintura y le permita tratar de desordenarlos.
Me odiaría todavía más si supiese… que estoy deseando emborronar mi maquillaje besando sin parar entre los muslos tiernos, sus rojos labios. Me odiaría todavía más si conociese que la mujer barbuda depila toda su piel menos sus mejillas, pero teme que su cuerpo rocoso sea demasiado brutal para lo que ella desea, que es el vuelo de una mariposa con dedales aterciopelados.
Ésas que yo consigo hacer volar entre sus párpados y posarse sobre la perfecta faz en las penumbras, mientras desmaquillo mi pintada lágrima en sus apasionados besos.
El hombre forzudo me odia porque no entiende que los niños se me acerquen con ojos brillantes, todavía con globos de colores atados para que no vuelen hacia las nubes, con las manitas chorreando azúcar y chocolate mientras a él, nadie le pide con sonrisas, globos y manos pegajosas, que le dejen tocar sus bíceps, lo único que posee, su tesoro portátil.
Que conoce efímero y abocado a la gravedad, al tiempo que transcurre imparable para los dos. Inmisericorde.
El hombre forzudo me mira con ganas de hacerme desaparecer. Se le achica la pupila mientras me imagina tirado y despanzurrado en medio de las gradas. Le encantaría que probase a retar a sus pectorales. O que intentara subirme al trapecio sin red. Sueña conmigo y con mi muerte. Con sus propias manos. Y sé que algún día lo conseguirá, porque su odio crece y crece. Su idea viene con aristas cortantes, desgarrando obsesiones. Se hará tan enorme como nuestra carpa de colores y entonces estallará. Por eso me contemplo en este espejo, rodeado de luces para hacer los trazos nítidos en fingidas sonrisas. Mi rictus se ha vuelto serio y cruel bajo la pintura. Porque estoy pensando en asesinarlo antes. Sólo me falta la oportunidad; espero no se me adelante.
Entonces reiré como buen payaso que soy. Incluso sin trazos elípticos.
La función ha comenzado…
Comentarios
El hombre forzudo está condenado.
El payaso también.
Y además desperdiciaron parte de su vida odiándose.
Dos tontos en apuros.
Besos.
¿Ganará la simpatía o la fuerza?
Me da un poco de pena que no traten de ser amigos, porque sopecho que se complementarían a la pefección.
Es un derroche tonto... esas apetencias de eliminación.
No dudo de que se necesitan, aunque sea para saberse mejores.
Estupendo el ambiente de circo.
Como siempre... tus relatos son pura literatura ornamentada, en su cantidad justa (no sé como la mides).
Y acabo por sentir la historia relatada como si fuese parte de mi vida.
Aún así... te repetiré una vez más, que entre las cualidades que hoy debates no debería haber retos, ni intentos de eliminación.
Serían una hermosa simbiosis si aprendieran a quererse.
Besiños.
Cada vez que me paso por tu papelera me sorprendes, algo totalmente nuevo que me ha encantado.Bss
P.D:Le he cogido cariño a la nieve.
me gusta tu estilo, es similar al mio
Bicos.
Desde niño que voy al circo esperando que los enanos se levanten reclamando dignidad, que el león se trague al domador sin mediar ataque, que en plena coreografía la bailarina pierda el traje y que el payaso se dé el añejo placer de no provocar ninguna risa… es más, quiero verlo generando pánico en la cara del hombre forzudo.
¿Quién ordenó que el circo sea tan distinto a la vida?
D.
Pois..."mucha mierda" para todos e cada un dos actores.
Bicos inocentes
Muy buen relato.
Mil Besitos corazón.
Muy interesantes siempre tus relatos.
Susi un abrazo grande.
gastar su vida midiendo sus
fuerzas y el payaso
tampoco debiera acumular rencor
para aniquilar al primero.
Me da la sensación que acabarán
como vivieron odiándose.
Sería mejor llegar a un término
medio donde poder encontrarse.
Un relato lleno de matices humanos y con un final un tanto surrealista.
Como siempre soberbio.
Biquiños.
Hoy lo primero que hago es pasar por esta papelera en la que me gusta sumergirme y sentir la calidez de tus palabras que tanto extraño! Me voy a poner al dia con cada entrada, empezando por esta que me encanto!
Seguro que a cada quien nos toca de pronto los deseos de emborronar el maquillaje...
Desde el mediterraneo
( si la tengo )
Tomo en cuenta vuestras aportaciones y os sigo, aunque a veces el tiempo y las obligaciones diarias me aparten de vuestros respectivos blogs o incluso
( esto es secreto de confesión...)
me alejo un poco para dar más a de mí a las personas cercanas que me confían.
A casi horas de un nuevo año, espero que cada uno dé el paso como mejor quiera y pueda. Mis mejores deseos para cruzar esa imaginaria línea.
Un abrazo de Susi, grande y apretado.
_____ Brindaré también por vosotros...
Forzudo y Payaso ambos han perdido parte de su vida odiandose.
Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad.
Es mi deseo para ti querida amiga y permiso concedido para que nos abandones un poco y te dediques a esos otros que te confian.
Bicos meigos e un maravillos ano novo
ILUSION, PAZ, AMOR Y PROSPERIDAD
PARA EL NUEVO AÑO QUE ESTA A PUNTO DE LLEGAR.
¡¡¡FELIZ AÑO 2010!!!
UN FUERTE ABRAZO
RMC
¡VISIONES ENCANTADAS!
Tal vez el payaso debiera sentarse al otro lado del espejo donde se mira el hombre forzudo y quizás descubra que éste en lugar de odio, simplemente le admira.
A veces las apariencias engañan. Puede que el hombre forzudo posea un corazón tan frágil que todos sus músculos no sean más que una coraza de autoprotección.
Espero que ambos sepan mirarse a los ojos y escuchar su corazón.
Que en el nuevo año se cumplan todos tus deseos, y esté lleno de mucha paz, amor y felicidad.
¡¡¡¡¡¡FELIZ AÑO 2010!!!!!
Un beso.
Gracias Lasosita por tu compañia, por tu amistad, por esas palabras de animo que dejara muchas veces en mi rincon a lo largo de este año
Te deseo mucha magia, felicidad, amor y suerte en tu vida
Bicos meigos e unha aperta de todo corazon
Pero mientras la muerte se entretiene con otros, los demás deberíamos disfrutar todo lo posible de nuestra vida y de la de nuestros seres queridos.
Por eso te deseo un feliz y duradero año nuevo.
Me producen tristeza las fieras del circo. No porque esté en contra de que haya fieras en los fosos circenses. No. Porque me da pena el mundillo de la carpa ambulante portadora de miedos y alegrías.
En fin, que feliz año venidero... y que sea igual, tan productivo como el que se está yendo.
Hasta luego...
Te invito a mi blos siempre que lo desees.
FELIZ 2010!!!
Saludos Eternos.
Besos