Lisuras de Babel.
Fue en la última hora de la madrugada, postrimería que despertó plena de incertidumbres. Clara no había llegado: su lado de la cama aparecía impoluta, virtuosa, extrañamente ordenada, lisuras patentes de nórdico edredón. Incómodo, me apoyé sobre un codo para alcanzar a distinguir los pequeños neones digitales que me señalaban para reclamar atención al movimiento. Lo ejecuté en un giro de encamado, piernas de pijama por delante hasta posar los pies descalzos en el suelo. Percibí la frialdad de la baldosa que ascendió hasta mi corazón. Vale, ella no estaba, había pasado la noche fuera, sin excusa, sin razonamiento, sin previo aviso, ni tardía llamada. Era la constatación de un hecho, ya no le importaba que supiese que tenía otra persona, que en aquél momento, y ya desde tiempo éramos tres. En la mesa, en el corazón, en la cama, en dos sumando uno más.
Una camiseta y un vaquero tras la ducha. Paso de afeitarme, no estoy de humor y acabaría electrocutándome bajo el chorro de agua del lavabo. Hay pensamientos obnubilados que ganan en veracidad y menguan de su absurda existencia.
Me olvidé, si ello es posible y no una jugarreta del inconsciente, avisar a un escolta, mucho más a un amigo. Cada uno de ellos tenía sus ventajas y sus inconvenientes. El escolta, rotatorio por orden de la Agencia de Seguridad, cumpliría perfectamente con su cometido, atisbando cualquier sonido o persona que se acercase a mí, formando una barrera revulsiva con sus ojos entrecerrados, con sus brazos tallados a golpe de gimnasio; no tomaría nada junto a mí, nadie estaría más lejos.
Una camiseta y un vaquero tras la ducha. Paso de afeitarme, no estoy de humor y acabaría electrocutándome bajo el chorro de agua del lavabo. Hay pensamientos obnubilados que ganan en veracidad y menguan de su absurda existencia.
Me olvidé, si ello es posible y no una jugarreta del inconsciente, avisar a un escolta, mucho más a un amigo. Cada uno de ellos tenía sus ventajas y sus inconvenientes. El escolta, rotatorio por orden de la Agencia de Seguridad, cumpliría perfectamente con su cometido, atisbando cualquier sonido o persona que se acercase a mí, formando una barrera revulsiva con sus ojos entrecerrados, con sus brazos tallados a golpe de gimnasio; no tomaría nada junto a mí, nadie estaría más lejos.
Un amigo sería una buena compañía, escucharía el silencio con el que yo sorbería un café, preparado para ese duelo del que no deseo hablar. Pero no vigilaría mis espaldas, ni sus ojos alejarían las amenazas a las que estaba sometido desde hacía algunas semanas. Mejor, no iba a darles el gusto de verme avergonzado o temeroso; que vengan a por mí si quieren… así quizás ella lloraría, me valoraría, me besaría y me diría arrepentida que jamás pensó en dejarme hecho trizas en una cama con un sector de impecable estiramiento textil. Mis neuronas quedarán allí, suavizadas con el hielo de la ausencia.
Ni amigos ni corsarios matones.
Deseaba estar solo con mis pensamientos de sangrante carboncillo.
Bebí un sorbo de agua y decidí salir a buscar un café incluso debajo de las aceras. Una dosis adecuada de cafeína y un periódico mejorarían mi humor antes de pasar por la oficina. Total, por allí todo estaba controlado. Tenía gente competente, dejando un margen para la desconfianza prudente y necesaria.
Agarré las llaves con fuerza, decidiendo no llevar el móvil, no estaba para nadie y menos para ella. Que se preocupase por lo menos al llegar y ver nuestra cama vacía, y casi me arrepiento de mi no lucidez y haberla revuelto con saña, dándole formas de abismos construidos de la pasión salvaje, para darle que pensar.
Me visioné por un instante, creando recovecos por los puños en medio del lío de sábanas, almohadas y edredones, como quién esculpe en la arena castillos o figuras húmedas.
Soy dramático. Soy absurdo.
Afuera, el día comenzaba a hilvanarse, para alcanzar en el futuro mediodía franca y sólida costura. Bajé los escalones con paso firme pero pesado, dejándome arrastrar con indolencia de adolescente llegado a la rebeldía.
Mis pensamientos me acompañaban como un aura, envolviéndome en oscuras espectactivas.
Entonces fue cuando divisé la furgoneta y mi sentido viajó lejos en el tiempo, al Pleistoceno de mi vida…
Era la sexta época del período terciario de mi adolescencia. Cuando todo estaba por construir, incluso la Torre de Babel, puesto que en mi casa, el conflicto generacional no había comenzado. Ya poseía un grosor de bloque de granito.
Tampoco mis alarmas se encendieron. Asocié recuerdos de libertad y de guitarras, de cantos con alma de ligoteos, de modulaciones con alguna clase prohibida de cigarro, preso el humo en el fondo del pecho. Era la fumata que nos abroncaba la voz para crear los susurros necesarios para preparar cacerías… Carreteras interminables que hacían de los caminos raíles prometedores, con inefables llegadas venturosas e irreflexivas. Inconsciencias destiladas en alambiques en el fondo de carnes prietas y cabellos fuertemente brotados de un sustrato soñador y lleno de infinidad de suspiros entremezclados con risas abiertas, frescas, recién paridas, con sonidos nuevos, distintos.
Eramos de otra especie, de otra raza, conocíamos amores que jamás antes sucedieran, que nadie sintiera con anterioridad. Mariposas y disparates a partes iguales. Huíamos de crecer, arrastrando las maldiciones de mi padre, que encima de un altar patriarcal y obsoleto, luchaba por abrirse paso, blandiendo su filosofía de vida en una mano y la palmeta en la otra. Quisiera rebanarme la tapa de los sesos para embutir cordura, letra a letra, golpe a golpe entre mis circunloquios cerebrales, sin duda, afirmaba él ante quién le quisiera escuchar, lisos como la madera pulida.
Durante mucho tiempo, fui el hijo que prometía ser pródigo y se quedó en prodigio en otros festines. Tenía mi grupo propio, en el que destacaba entre acordes de guitarra, hogueras playeras y besos románticos a las chicas rosas y virilidad patente de la que hacía gala, disfrazada de timidez con labio mordido, a las de colores más vivos.
La diferencia entre una noche y otra noche, eran las partes altas del fémur.
Ahora, una cucaracha se pasea por delante de mis pies descalzos.
Proviene de una grieta y a ella volverá tras inspeccionarme. La veo, pero no la percibo. Adormezco entre cálidos aromas.
Mis sentidos, apelmazados en ellos mismos, forman una madeja enmarañada perdiendo su finalidad. Estoy ausente.
Mis sentidos, apelmazados en ellos mismos, forman una madeja enmarañada perdiendo su finalidad. Estoy ausente.
Ella sigue exhibiendo su andar de negrura coraza, acortando distancias.
Comentarios
Te has planteado escribir algo mas en serio ??
Un beso grande.
Y los recuerdos una y optra vez los recuerdos, que nos dejan en stop.
Me encanto!
¿A qué idioma se traducirá el tiempo pasado y qué será de la cucaracha?
Un beso en la espera.
Eres una gran escritora, tienes magia, no la pierdas o nosotros tambien la perderemos.
Mil biquiños meigos
atrapa de forma inevitable...
Susi, Un abrazo grande.
los pensamientos en momentos
de frustración.
Muy logrado lo de la cucaracha
acercándose a él.
Tu manera de expresar, siempre genial.
Un fuerte abrazo.
Que el secuestro decaiga de nuestras vidas.bss
Sive
Besos
reflejos de lo que se quiere llegar, a lo que se llega...
Abrazos....
Se trata de eso, que pueda ser creíble.
Besos, Ilusión!
Anna,
Estoy muy orgullosa de que vuelvas a leerme varias veces. Para lo demás... tendría que plantearme la forma de hacerlo posible.
Gracias por el pensamiento, de veras!
Buen viaje por estas tierras!
Sí... los recuerdos; pensar en mil cosas en un pequeño gesto cotidiano, cuando nuestro cerebro se revoluciona emocionalmente y el exterior no se corresponde con nuestro interior.
Besos, guapa!
JoséAlfonsoMartínez,
Dicen que las cucarachas sobrevivirán a cualquier desastre... miedo me dan!
Quizás la adopte...
Un abrazo grande!!
A veces es complicado leer otros blogs, ocupan muchísimo tiempo. Gracias por la insistencia, amiga!
Bicos enfeitizados para tí!
Merce,
La poetisa que llevas dentro y en la superficie, trasluce hasta tus comentarios.
Me encanta encontrarte!
Otro abrazo para tí, querida amiga, que me das tantísimos ánimos y palabras!
Joel, Sive,
Aunque me acuses entre bromas de mi "neura" por matizar, sé que te divierte jugar conmigo a los sinónimos " matizados".
Si agachas la mejilla, no tendré que ponerme de puntillas para darte un beso!
Pues me alegro muchísimo, de haber dado con el misterioso " algo "!!
Un saludo satisfecho!
Fernando,
Ay, que éxito ha tenido mi cucaracha!
Besos!
Gracias y un abrazo de vuelta!
PD. Lo continuaras? me encantaria saber mas...
Con el contrapunto de un padre en un mundo que cambiaba ¿o quizá se iniciaba?.
¡Bien!.
Bicos.
Se te ve relajada al generar esta historia, menajándo todos los ingredientes, las sensaciones y los personajes, en género distinto a la autora, y... tan perfectamente.
Tengo que confesarte que apenas he echado de menos al secuestrado.
Leerte me sienta bien porque me catapulta a la historia sin dejar márgenes para seguir en la realidad.
Perfecta siempre.
Mejor a cada entrada.
Un besiño.
Gracias, un abrazo.
Lo continuaré? La verdad es que llevo cuatro ( creo ) entradas martirizando a este pobre hombre.
Ya veremos, pero te tomo en cuenta.
Besos y un abrazo!
Fonsilleda,
Lo has expresado como yo he querido hacerlo!
Gracias por hacerlo!
Abrazos cercanos!
Amigo, unas palabras que me conmueven, porque sé que las piensas de veras.
Tú, perfecto en tus letras!
Abrazote!
Marcos alonso,
Gracias por apartar esas legañas
para encontrarme!
Saludos y bienvenido.
http://poemarioh.blogspot.com/
Saludos
Franco
Es renovador e inspirador gracias
Saludos
El vació y la frustración que transmite esta entrada es aplastante.
He reconocido la sensación se sentirse acompañado por esos pensamientos oscuros que nos acompañan, sin remedio, a donde quiera que vayamos, y nos impiden ver la vida más que a través de un velo oscuro que todo lo difumina y lo convierte en feo.
Me hago de Sir (porque explica muy bien algo que siempre siento cuando te leo) "Leerte me sienta bien porque me catapulta a la historia sin dejar márgenes para seguir en la realidad"
Un besote muy grande Susi.
He pasado por tu poemario, dejando un comentario. Gracias por darte a conocer.
Saludos!
Cuentapasos,
Qué amable eres y cuánto me gusta encontrarte por aquí.
Abrazo!
Esos pensamientos que velan en oscuridad, incluso lo más luminoso, son los que debemos disipar, al igual que las dudas que nos impiden el movimiento.
Un gran abrazo!!
Encontrarte, me sienta bien!!
saludos.
Doblemente alegre;
por que me consideres de los tuyos
y por que has vuelto.
Saludos con buenas musas!
Esa cucaracha fue la guinda.
Tremendo.
Besos.
Espero que no te gusten las guindas!
;)
Encantada de saludarte!!
Alatriste,
Lo mío tampoco es autobiográfico,
;)
He cuidado tu desván mientras no estabas!!
Saludos y un abrazo!
Saludos.
Valdrá la pena
Cariños
Mis felicitaciones
Besos princesa
Me alegro que te haya gustado mi entrada. Saludos agradecidos.
Suspiros de España,
Bienvenida por estos lares,
siéntete cómoda para volver.
He pasado por tu blog y me ha llamado mucho la atención.
Volveré.
Alatriste,
siempre agradable tus visitas, e incluso tus proposiciones! ;)
Besotes!
Silencios,
Nada como recibir de vuelta a gente tan fantástica como tú.
Saludos!
Con aires de mar, supongo!
Es cierto, todos nos sentimos identificados con sensaciones o vivencias, que, aunque no iguales ni parecidas, reactivan en nosotros recuerdos pasados o percibidos.
Saludos y feliz vuelta!
Me he dado cuenta de que me salté tu comentario, por lo que te pido disculpas, querido amigo.
Lo que me dices me da muchísimo que pensar, y no sabes como te lo agradezco.
No podría seguir escribiendo si no me animase el encontrar comentarios como los que estoy recibiendo.
Besiños, muchos!!
Y gracias, por supuesto!!
Gracias por tus escritos. Te envio mis saludos.
Ángel Poético
Muchas gracias y disculpa por la tardanza. Este mes, que es lioso y revuelto, a pesar del clima!
Un saludo!
Salvadorpliego,
Siempre es valiosa la opinión de quién te lee por vez primera.
Ya he pasado por tu espacio.
Recibe un saludo!
Esta temporada me la he concedido para tomar decisiones, espero que buenas, y firmes.
Tu proposición es muy tentadora
;)
habías pensado en el tema?...
Besiños...muchos, y buen finde!!
Angel Poético,
Gracias por dejar constancia de tu paso, además de forma tan bonita y exacta!
Cierto que es muy en serio!
Estaré por tus letras...
Hasta luego!
Besos muñeca.
Ángel Poético
Un saludo, y hasta muy pronto!!!
Felicitaciones por el blog, más aún por el talento narrativo.
D.
entre hilados, se nos ha marchado el verano.
Esperemos seguir bordando
en otoño, más cercano.
Abrazosssssss!
Mercedes,
Espero que tus vacaciones hayan sido productivas en buenos momentos!
( se te ve bien...)
:)
Saludos de buenavuelta!
Han sido geniales tu frases.
Saludos agradecidos!